Posteado por: barrenado | May 23, 2010

OPTIMISMO

Salí de casa como casi todos los Domingos, a medio día. Vivo al lado de una iglesia, con lo que a veces me entristece ver una boda. No sé por qué, o si lo sé, pero no quiero decirlo o admitirlo. El caso es que hoy había comuniones, cosa que me alegró. De hecho me acerqué a mirar y disfruté viendo esas princesitas y esos marineritos. Y pensé que hoy iba a ser un gran día, que comenzaba muy bien.

Mi par de cafés, mi lectura de prensa, mis conversaciones con los parroquianos y mi gran comida. Mi mamá se esmeró mucho hoy y fue deliciosa. Colofón, una siesta, por supuesto, pero decidí hacerla en mi casa, craso error.

A uno de los vecinos le dio por presumir del estéreo de su televisión. Otro se puso a hacer agujeros en la pared, el de arriba sacó su caja de canicas …….

Me decido a tomar un café y mi flamante y nueva cafetera empieza a echar humo, tira todo el café y pone la cocina hecha una mierda. Me voy a dar una ducha y no funciona el agua caliente.

A punto de darle un cabezazo al calentador, me decido a la ducha fría para calmar los ánimos y al abrirla, se me escurre de las manos a toda potencia y me moja a mí, a mi pijama, a la toalla y al albornoz, escurriéndolo todo por el suelo.

Las zapatillas empapadas, me voy descalzo hasta la cama y me clavo un prendedor del pelo.

Un prendedor del pelo de la chica que hace unos meses me enamoró, y me dejó alegando que todo era perfecto, que se estaba enamorando de mí y que por eso cortaba la relación, porque todo era perfecto y le daba miedo.

Me clavo el prendedor del pelo que no apareció cuando lo buscamos, pero no aparece el calcetín que debo ponerme.

Acabo quitándome el otro y me pregunto cómo puede estar sucediéndome eso al día siguiente de haberme jurado que sería optimista y que todo empezaría a mejorar desde ya.

Acabo de atarme las zapatillas (playeros, tenis, deportivos) y veo el calcetín detrás de la puerta.

Cuento hasta 7, luego sota, caballo y rey, y me largo al bar dejándolo todo tal y como está.

Un café en una terraza, tomar el sol y ver gente pasar, sin más.

A todo esto son las cinco de la tarde.

Vuelvo a casa, me pongo los calcetines, friego, recojo, lo dejo todo listo y al cerrar la puerta me golpeo en el codo que tengo convaleciente.

Veo las estrellas pero me juro y perjuro que seré optimista, que todo irá bien.

Son las seis, aún hay luz y sol, así es que me voy al monte, a buscar la paz que se me niega.

La encuentro y regreso a casa, a ver si no me pasa nada mañana.

Por cierto que la película se llamaba la casa de los hemamos Marx.


Respuestas

  1. Jajajaja. Me parto de risa contigo, Barrenado. Qué buen humor tienes, chico. Yo habría matado a alguien seguro. Y qué calladito te tenías lo de la chica del prendedor… uy, uy, uy…

    • Callado no, ahogado. Fue tan corto, tan intenso, y el final tan absurdo, tan sin sentido, tan doloroso …..
      Algún día puede que consiga contarlo, si es que le encuentro algo de sentido y deja de dolerme.

      • Vaya, pues lo siento mucho… Espero que encuentres las respuestas que buscas y que el dolor desaparezca. Lo deseo sinceramente. Un beso y un enorme abrazo.

      • Quizás lo mejor sea no hacerse preguntas.
        El beso y el abrazo me lo quedo, ya te lo devolveré cuando esté mejor, je je je.

  2. Pues yo lo veo muy claro. Todo esto te ha pasado el día después de jurar que vas a ser optimista por eso precisamente.
    Cualquier cosa que te suceda a partir de ahora no podrá ser peor que un día como ese.

    • Ya te digo, para empezar el listón está muy bajo, je je.

  3. Mujer cobarde la del prendedor, si es perfecto, yo me quedo!!! 😀

    • Seguro que no sería tan perfecto, je je je.
      No sé, aún me parece tan absurdo y …………

  4. Eso fue la prueba de fuego, para ver si mantenias tu proposito de ser optimista… espero que los dias siguientes te haya ido mejor.

    • Tampoco mucho, je je je.


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